En las pruebas de paternidad, mediante análisis del ADN, se compara el perfil genético del presunto padre y del hijo (a) y de esa forma se determina si hay relación de parentesco o no.
De esta forma sencilla, rápida y con una fiabilidad absoluta podemos resolver las dudas que tengamos sobre la paternidad.
Cuando hay exclusión de parentesco el nivel de certeza es del 100 % y cuando los resultados obtenidos son compatibles con la paternidad, dicha probabilidad es superior a 99,999 %, lo que se considera como “Paternidad Prácticamente Probada”.
Para el análisis del ADN solo serán necesarias muestras biológicas del presunto padre y del hijo(a), salvo en las pruebas de paternidad prenatales que también utilizaremos muestra de la madre, como se explicara más adelante.
La forma más sencilla de obtener dichas muestras es hacer un frotis bucal y recoger células o saliva. Para ello utilizaremos unos bastoncillos con algodón en el extremo.
En caso necesario también se pueden recoger otro tipo de muestras, tales como:
– Cepillos dentales, seda dental
– Cabellos, pero arrancados con raíz
– Uñas cortadas
– Cuchillas de afeitar
– Colillas, chicles, chupetes
– Sangre, semen, tejidos
– Vasos, tazas, latas de bebida, sobres, sellos y demás objetos con saliva
– Dientes de leche
– En los restos cadavéricos se utilizan sobretodo los huesos largos y los dientes
Cuando nos solicitan una prueba de paternidad mediante análisis del ADN, el procedimiento a seguir es muy sencillo pero es distinto según el tipo de prueba de paternidad que vayamos a realizar:
Esta prueba es de carácter meramente informativo, no se identifica a las personas implicadas y se obtiene un informe para uso solamente privado. Dicho informe no tendrá, lógicamente, validez judicial. Para realizar esta prueba no hay que acudir al laboratorio; se pueden tomar las muestras en el propio domicilio, enviarlas a nuestro laboratorio y posteriormente recibir los resultados en su propia casa.
Se hace cuando se nos solicita con la intención de poder presentar el informe, en caso necesario, ante los Tribunales de Justicia. Para ello se deberá hacer correctamente la identificación de las personas implicadas, el proceso de toma de muestras y la guardia y custodia de las mismas. Todo ello ira firmado y garantizado por un profesional sanitario, en nuestro caso, por el titular del laboratorio. Y en caso de requerimiento ante el juez, nos desplazaríamos para ratificarnos sobre la autenticidad del informe emitido.
Este tipo de prueba se utiliza cuando la mujer embarazada quiere confirmar la paternidad de su hijo(a) antes de su nacimiento. Para ello se precisa que un ginecólogo obtenga muestras de células o tejidos fetales mediante alguno de los siguientes procedimientos:
Amniocentesis
Esta prueba se suele realizar a partir de la semana 14 aunque todo dependerá del criterio del ginecólogo que realice la extracción. Con 3-5 ml. de liquido amniótico suelen ser suficientes para analizar el ADN fetal.
Biopsia corial o muestra de vellosidades coriónicas
Dichas vellosidades son parte de un tejido externo que rodea al feto y a la placenta. Es un proceso similar a la amniocentesis pero puede realizarse alguna semana antes (con 10-12 semanas), pero siempre según criterio del ginecólogo.
En las pruebas de paternidad prenatales se analiza también el ADN de la madre ya que las muestras fetales pueden contener algunas células de la propia madre.